lunes, 3 de marzo de 2014

John Cage, investigación y reseña crítica sobre "Digital art"

John Cage fue un músico que prefirió la experimentación sobre la composición, escribió en 1937 una especie de manifiesto acerca de su obra personal "The future of music, Credo" en el que estableció al siglo XX como el siglo de la máquina, le dio la mayor importancia a los ruidos  de la vida urbana y a los nuevos inventos tecnológicos. Pensaba que la música debía responder a esos cambios y descubrir la naturaleza de esos ruidos. Al igual que Luigi Russolo, pero con una intención más cercana a lo espiritual, John Cage usaba los sonidos urbanos en sus piezas, le desagradaba esa propensión a organizar el sonido. Cage no tenía nada que ordenar ni armonizar. Buscaba la pureza auditiva y consideraba al arte como un fin terapéutico en donde la aceptación de lo real y cotidiano eran la forma para trascender en y con el mundo. Recurrió al uso del azar para evitar toda intención personal en sus sonidos.

Cage nos mostró cómo la imaginación surge después y como resultado del arte, no utiliza ni la imaginación ni la memoria como medio. Crea un puente que va de lo real inmediato y cotidiano a la contemplación espiritual. Estos aspectos están presentes en su obra "Imaginary Landscape No. 4" en la que experimentaba con la frecuencia y volumen de doce radios. No se escuchaba la radio, lo que se presentaba a los oídos era la pura frecuencia y sonido en bruto al igual que la capacidad del hombre para controlar ciertos aspectos sin la intención de manipularlos ya que depende de elementos aleatorios imposibles de repetir exactamente igual; influye el lugar y la hora, el tiempo y el espacio. Caminos únicos para llegar a la información, conocimiento y apreciación de la vida diaria con los sentidos renovados.

La que es posiblemente su pieza más famosa "4:33" muestra la mezcla de sonidos y silencios como la forma básica de toda composición. Con esta pieza elimina toda jerarquía posible, lo único que se necesita y al final lo único que se tiene es la disposición para escuchar los sonidos que producía la misma apreciación de la pieza.

La necesidades más primitivas del ser humano se hacían evidentes permitiendo la creación de un hombre nuevo, puro. A través de la asimilación de la experiencia se pueden crear y conocer nuevas realidades. Entender y aceptar, flujo constante de experiencias. Caos, silencio y ruido se hacen presentes, las hacemos posibles con nuestra sola existencia. No se necesitaba más para poder escapar de la condición humana fría y falsa; para la transformación de los sentidos y revolucionar las mentes. Primero una transformación personal, luego la realidad. Se trata de percibir de nuevo, llegar al estado espiritual del hombre con los elementos diarios.

En una ocasión tocó la pieza "Vexations" ochocientas cuarenta veces seguidas con el pretexto de que así se refinaría la sensibilidad auditiva a través de una repetición que tranquiliza, que hace asimilables las situaciones. En 1952 John Cage participó en el primer happening llevado a cabo en el Black Mountain College. Una combinación de experiencias artísticas no planteadas mas si experimentadas de una forma pura y sincera.
John Cage buscaba eliminar la distinción entre arte y vida apreciando cada uno de los ruidos que conforman el trasfondo sonoro de la existencia, el arte nos ofrece la posibilidad de una correcta asimilación del entorno para poder seguir viviendo pero libres de toda idea no experimentada; a través de su obra podemos crear nuestras propias ideas y borrar todo pasado, concepto y teoría. Una relación con el mundo basada en la experimentación que permite el autoconoscimiento y la transformación individual.

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